Gran pesar y tristeza en Escuela de Obstetricia y Puericultura por el deceso de la matrona y profesora Noelia Cárdenas González

Sus colegas y estudiantes lamentaron la partida de la docente, a la que describieron como cercana, amable y profundamente conocedora de la salud sexual y reproductiva, con especial dedicación a la atención integral del parto y nacimiento.
Profundo pesar y gran tristeza existe entre las y los académicos, estudiantes y personal administrativo de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Valparaíso por el repentino deceso de la matrona y profesora Noelia Cárdenas González, quien dedicó más de cuarenta años de su vida al ejercicio de su profesión y demostró siempre un firme compromiso con la docencia y la salud pública.
Aun cuando se encontraba alejada de sus funciones habituales en ese plantel desde fines de abril, a causa de una compleja enfermedad, la noticia de su muerte tomó por sorpresa a sus colegas, alumnos, alumnas, coordinadoras y secretarias de ese plantel, que día a día se mantenían esperanzados y confiaban en su pronta recuperación y regreso.
“Lamentablemente, esto no ocurrió y estamos con una gran pena. Noelia se distinguió por ser una docente cercana, amable y profundamente conocedora de la salud sexual y reproductiva, con especial dedicación a la atención integral del parto y nacimiento. Su labor formadora dejó una huella imborrable en varias generaciones de matronas y matrones, a quienes entregó no solo conocimientos, sino también valores y humanidad. Su legado es invaluable y su recuerdo permanecerá con afecto y gratitud en nuestra comunidad universitaria. La recordaremos con cariño y admiración”, afirmó la directora de la Escuela de Obstetricia y Puericultura, Paula Oyarzún, tras enterarse de su partida.
Trayectoria y legado
Oriunda de Santiago, la profesora Noelia Cárdenas se trasladó en 2015 a la región de Valparaíso para integrarse a la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la UV, donde trabajó durante una década con entrega, alegría, profesionalismo y demostró siempre en su quehacer una profunda vocación de servicio, según comentó a su vez la jefa de esa carrera, Alejandra Muñoz.
Su labor se concentró en las áreas de salud sexual y reproductiva, gerenciamiento y liderazgo, y especialmente en docencia práctica asociada a la simulación clínica, ámbito en el que encontró un espacio para innovar y conectar profundamente con sus estudiantes, a quienes acompañó con cercanía, respeto y dedicación.
Su camino como formadora se inició muchos años antes, en la formación de técnicos en enfermería, llegando a ser directora de la carrera de Técnico en Enfermería del Instituto Profesional de Chile, donde también dejó una huella imborrable.
Amante de la enseñanza, del cuidado holístico y de las terapias complementarias como la aromaterapia, en palabras de sus colegas y estudiantes Noelia supo cultivar una relación especial con quienes compartieron con ella fuera y dentro del aula, donde se mostró como una persona sabia, profunda e intensa en el quehacer de enseñar, acompañar y proteger.
“Se ha ido no solo una colega, sino una matrona comprometida con el nacimiento integral y humanizado, una docente inspiradora y una mujer excepcional, cuyo legado permanecerá en el corazón de nuestra Escuela y en cada estudiante que tuvo el privilegio de aprender de ella. Nuestras condolencias a sus seres queridos, especialmente a su hija Natalia, enfermera y docente de la Escuela de Enfermería de nuestra casa de estudios, y a su hijo José, a quienes como escuela acompañamos en este momento”, concluyó Paula Oyarzún.
Nota: Gonzalo Battocchio