La OMS reivindica la figura de la matrona para evitar hasta un 80% de las muertes en partos
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La presencia de matronas en los partos reduce las tasas de mortalidad materna y neonatal y de mortinatos en más de un 80 por ciento, y reduce los partos prematuros en un 24 por ciento, según cifras aportadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Están motivadas por la pasión por su trabajo, un sentido de dedicación a sus pacientes, un impulso para mejorar el ambiente de trabajo, y la curiosidad y el compromiso de seguir aprendiendo a lo largo de sus carreras. Innovan, son pioneras en soluciones y contribuyen a que la asistencia sanitaria sea accesible y asequible para todos», ha reivindicado la OMS.
Se ha registrado una disminución constante de las muertes maternas y neonatales desde 1990, en gran parte debido a que hay más mujeres que reciben atención obstétrica calificada: del 67 en 2010 al 79 por ciento en 2017. Sin embargo, la ONU estima que 303.000 mujeres y alrededor de 2,7 millones de recién nacidos murieron solo en 2015.
Según el organismo de salud sexual y reproductiva de las Naciones Unidas (UNFPA), la tasa de mortalidad materna es de 216 muertes por cada 100.000 nacidos vivos. Se trata de más de 800 mujeres que mueren cada día mientras dan vida. «La mayoría de estas muertes son prevenibles y la gran mayoría de estas mujeres perdieron la vida debido a complicaciones y enfermedades que podrían haberse evitado con una adecuada atención prenatal, durante el parto y postnatal, servicios proporcionados por parteras», asegura la ONU.
Aunque la tasa de mortalidad materna y neonatal está disminuyendo, el embarazo y el parto «siguen siendo peligrosos para la salud de muchas mujeres en todo el mundo», defienden. Así, por cada mujer que muere en el parto, se estima que entre 20 y 30 sufren lesiones, infecciones o discapacidades durante el parto. Según la OMS, las matronas pueden prestar el 87 por ciento de todos los servicios esenciales de salud sexual, reproductiva, materna y neonatal.
«Las matronas también proporcionan asesoramiento y servicios, y pueden realizar, por ejemplo, pruebas de detección del cáncer de mama y de cuello uterino en algunos países. La atención obstétrica de calidad también mejora las tasas de lactancia materna y los resultados psicosociales, lo que reduce el uso de cesáreas», proclama el organismo internacional.
A pesar de todos estos datos, argumentan que «queda un largo camino por recorrer». «En muchos países en desarrollo, las matronas son escasas y a menudo carecen de las aptitudes y el entorno de apoyo necesarios para desempeñar bien su trabajo. Los déficits son mayores en las áreas donde las necesidades son mayores», exponen.
En la actualidad, 73 países de los que se recogieron datos tienen el 96 por ciento de las muertes maternas del mundo, pero solo el 42 por ciento de las parteras, enfermeras y médicos del mundo. Unos 30 millones de mujeres no dan a luz en un centro de salud y 45 millones reciben una atención prenatal inadecuada.
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