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SIMUV de la Facultad de Medicina aplica esta innovadora metodología, que recrea casos reales.
Un innovador método formativo en modalidad remota, basado en la representación de casos clínicos que acontecen en escenarios o ambientes hospitalarios virtuales y en la interacción en línea -por medio de una pantalla- de estudiantes con especialistas, pacientes y otras identidades diseñadas digitalmente implementó el Centro de Simulación Clínica (SIMUV) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso.
La iniciativa busca que los futuros titulados de las carreras de Medicina, Enfermería, Fonoaudiología, Kinesiología, Obstetricia y Puericultura, Tecnología Médica y otras vinculadas al área de la salud aprendan a tomar decisiones trascendentes en tiempo real y que adquieran y practiquen las habilidades inherentes a sus respectivas disciplinas y al trabajo en equipo, al tener que realizar un procedimiento, determinar un diagnóstico o enfrentar una urgencia.
“Esta metodología, que bautizamos como E-casos, la comenzamos a aplicar el año pasado ante la necesidad de sustituir algunas actividades presenciales en nuestras sedes de Reñaca y San Felipe, debido a la pandemia de COVID-19. Pero al poco tiempo nos dimos cuenta de su utilidad y de las potencialidades que tiene para los procesos de enseñanza-aprendizaje de nuestros futuros profesionales, tanto en lo didáctico como en lo dinámico, ya que permite la transmisión sincrónica y simultánea a varios cursos. Además, fomenta el desarrollo de la creatividad, del pensamiento crítico y la participación de los estudiantes frente a la consulta de un paciente o una jefatura, una atención de urgencia o tener que resolver algún problema puntual. Por todo ello, este año, con el respaldo de distintos equipos docentes, decidimos incorporarla en forma permanente en algunas asignaturas y programas de pregrado”, explica la coordinadora del SIMUV, Macarena Ugarte.
¿Cómo funciona?
La formación basada en escenarios virtuales es uno de los métodos que considera la simulación clínica y es utilizada ampliamente por diversas instituciones a nivel mundial.
En Chile su desarrollo aún es incipiente y está acotado a algunas iniciativas específicas, entre las cuales destaca el proyecto FONIS destinado a diagnosticar el Alzheimer en el que trabaja otra unidad de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso, el Centro de Investigación del Desarrollo en Cognición y Lenguaje, junto a los servicios de Neurología de los hospitales Carlos van Buren y Gustavo Fricke.
“Tomando en cuenta ésta y otras experiencias, y ante la necesidad de generar alternativas de educación a distancia para nuestros estudiantes, debido a la pandemia, nos dimos a la tarea de desarrollar nosotros mismos una plataforma propia que hiciera posible incorporar esta metodología”, precisa el técnico en simulación clínica y programador del SIMUV, Fabián Vera.
El acceso a esta aplicación se realiza por medio de un enlace de internet que conduce a una interfaz en la que cada estudiante es recibido por una identidad virtual (médico, matrona, enfermera o kinesiólogo, entre otros) que puede estar situada dentro de un quirófano, pabellón, sala de emergencias o frente a un monitor de signos vitales y que mediante la activación de su voz formula preguntas o solicita a su interlocutor tomar una decisión en base a una serie de alternativas que se despliegan en la pantalla y que son factibles de ser seleccionadas.
“También es posible representar de igual manera a un paciente, un familiar o profesor y generar múltiples respuestas y escenarios. Por ahora, dado que el desarrollo de todo esto toma tiempo y es necesario capacitar a los docentes, hemos acotado su aplicación a algunas asignaturas y carreras, pero la idea es avanzar en su utilización en el pregrado, en la medida en que los docentes -de quienes hemos tenido una buena recepción- tengan la capacidad de respuesta necesaria”, asegura Vera.
Ventajas
La matrona y docente de la Escuela de Obstetricia y Puericultura UV Greisny Azócar, que imparte la asignatura práctica virtual de Neonatología en tercer año, y que estuvo entre las primeras en asumir el desafío, valora de gran manera esta modalidad de simulación a distancia.
“Esta es una innovación que sin duda requiere de práctica de parte de todos los involucrados, porque nos obliga a aprender bien una metodología y a dominar una serie de aplicaciones tecnológicas con las que hoy recién nos estamos familiarizando, pero que tienen enormes ventajas y potencialidades, considerando que a futuro la telesalud y las prestaciones a distancia serán algo habitual”, afirma la académica.
Entre sus fortalezas, la profesional destaca la entrega de contenidos en forma mucho más dinámica y el hecho de que favorece el acompañamiento y la guía del docente a cargo.
“Asimismo, facilita la inmersión en el caso y la obtención de respuestas inmediatas y en diferentes contextos. Por ejemplo, frente a una hipotético diagnóstico, reacción o cambio en algún síntoma o signo vital. En general, los estudiantes se han adaptado bien, pero para algunos esta metodología ha resultado compleja, porque además requiere de una buena conexión a internet. No obstante, su respuesta ha sido satisfactoria. De hecho, realizamos una encuesta y el noventa por ciento de mis alumnos señaló que esta modalidad es útil y les ha ayudado en el aprendizaje”, asegura la profesora Azócar.
Al respecto, Benjamín Vargas, quien cursa tercer año de Obstetricia y Puericultura, sostiene que esta opción es más didáctica y atractiva que la simulación a distancia tradicional.
“Hay más variables en juego, voces, acciones, posibilidades de intervenir… Si bien tiene muchas cosas que mejorar, me parece que es un gran avance respecto de lo que estábamos haciendo, que consistía más que todo en observar lo que otros hacen o exponen. Incluso, esta metodología podría ser implementada como parte de las prácticas profesionales”, asegura el alumno.
Una visión similar expresa su compañera en la asignatura práctica virtual de Neonatología Sofía Lazo: “Comparada con otras experiencias de simulación a distancia, los E-casos son muchos más enriquecedores y efectivos a la hora de situarse en un escenario clínico a través de la pantalla. Si bien hay cosas de la simulación clínica presencial y de la práctica presencial que son imposibles de sustituir, este tipo de realidad virtual, que incluye la interacción con avatar, es sin duda una opción que contribuye a generar experiencias mucho más enriquecedoras y efectivas”.
Vía: UV Noticias
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