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Pese a exhibir una sostenida tendencia al alza en los últimos cinco años, debido en parte a la entrada en vigencia de la Ley de Protección a la Maternidad y al permiso postnatal parental, el porcentaje de recién nacidos que en Chile son alimentados solo con la leche de sus madres durante al menos los primeros seis meses de vida sigue siendo bajo.
En efecto, en nuestro país la prevalencia de la lactancia materna exclusiva es del 53,07 %, porcentaje que dista de la meta del 60% que establece la Estrategia Nacional de Salud.
En zonas como Arica, La Araucanía y Aysén este indicador fluctúa entre el 40% y 43%. Mientras, en la Región de Valparaíso la situación no es mucho mejor, ya que ésta presenta una prevalencia del 51%, siendo la séptima entre las regiones con los porcentajes más bajos.
Estos indicadores configuran una realidad que preocupa a las autoridades y a los especialistas, ya que traen aparejados una serie de eventuales efectos negativos para los niños.
Aporte vital
La evidencia científica disponible en la actualidad revela que los pequeños que dejan de ser amamantados por sus madres antes del sexto mes de vida tiene menor protección frente al riesgo de padecer meningitis, otitis, infecciones respiratorias severas, malnutrición o bajo desarrollo cognitivo respecto de aquellos que siguen recibiendo el pecho de sus madres por un período de tiempo más prolongado.
La leche materna tiene alto valor inmunológico, ya que entrega una carga de anticuerpos que permite evitar enfermedades crónicas, incluso en etapas posteriores y en la edad adulta, al punto que la persona que en su niñez fue debidamente amamantada tiene menos factores de riesgo para adquirir patologías como diabetes, hipertensión, cáncer y obesidad.
Por ello, la lactancia materna juega un rol clave en el desarrollo de los recién nacidos. Pero no solo desde el punto de vista nutricional, sino también desde la esfera biopsicosocial, ya que se trata de un acto que al mismo tiempo contribuye al fomento del apego, el afecto y la vinculación entre madre e hijo. Sin embargo, existe una muy limitada información sobre las causas de destete precoz, lo que impide definir las intervenciones que pudieran ser más efectivas.
Asimismo, se ha identificado que la duración de la lactancia materna exclusiva se relaciona fundamentalmente con factores como la edad de la embarazada, su nivel socioeconómico, tabaquismo, consejería en lactancia, uso de chupete, jornada laboral y algunas características del recién nacido.
«Lo que científicamente está comprobado es que la leche materna tiene múltiples beneficios. Junto con la entrega de anticuerpos que otorgan inmunidad al recién nacido frente a las enfermedades, protege también a la madre contra los cánceres de mama y ovario. Además, previene el maltrato infantil y permite establecer sociedades más sanas», entre otros beneficios, dice la matrona Irma Balbiani Corvalán, profesora de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Valparaíso.
Sustitutos
Otro aspecto que también atenta contra el amamantamiento es la utilización de sueros o sustitutos de la leche materna, ya que está demostrado científicamente que estos contribuyen a reducir los tiempos de la lactancia exclusiva, a menos que exista condición de salud del recién nacido que requieran su indicación
«La leche materna es el alimento más completo que existe para el recién nacido. Su aporte nutricional es completísimo y no se necesita de otro durante los primeros seis meses. Después de ese tiempo, la Organización Mundial de la Salud recomienda que la mujer amamante de manera complementada hasta los 2 años. Es decir, incorpore en paralelo papillas», precisa la matrona Irma Balbiani.
Para la docente de la UV, quien también forma parte del Comité Regional de Lactancia Materna de Valparaíso, los sustitutos presentan un componente económico no menor, toda vez que los registros indican que, en promedio, el gasto en el que incurre una familia chilena para alimentar a un hijo lactante puede llegar a equivaler al 30 por ciento del salario mínimo.
Importancia de educar
En 1989, con la declaración conjunta de la Organización Mundial de la Salud y la Unicef, se inició un gran movimiento internacional para impulsar y apoyar la lactancia materna, y en septiembre de 1990 la Asamblea de Naciones Unidas aprobó la declaración sobre la supervivencia, la protección y el desarrollo del niño, sobre la base de que todas las mujeres amamantaran a sus hijos durante al menos los primeros seis meses de vida y, ojalá, continuaran haciéndolo después, con la adición de alimentos, hasta el segundo año de vida.
En el último tiempo, las campañas destinadas a fomentar la lactancia han ido incorporando también el derecho de la mujer a decidir hasta cuándo desea dar pecho a su hijo, por cierto, sin poner en riesgo la salud de este último, ya que lograr mejores indicadores en esta materia no pasa por la obligación sino por decidir de manera informada.
NACIDO TIENE LA LACTANCIA MATERNA EXCLUSIVA
SALA UNIVERSITARIA
Con el fin de contribuir a la promoción y apoyo del amamantamiento, la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Valparaíso inauguró la primera sala de lactancia materna de nivel universitario en la V Región, la cual permitirá a las estudiantes, docentes y funcionarias que son madres dar pecho o extraerse leche durante sus labores habituales. Esta fue habilitada en la sede de la Facultad de Medicina, Campus Reñaca. Se trata de un espacio de 18 metros cuadrados, con ventanas protegidas y acceso controlado, que cuenta con una camilla de descanso, sillones, una cómoda, mantas de abrigo, cojines y un calefactor, entre otros implementos.
Irma Balbiani Corvalán,
Matrona y docente de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Valparaíso.
VÍA: EL MERCURIO DE VALPARAÍSO
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